viernes, 13 de noviembre de 2009

05 de Octubre de 2009, Cien Años del Nacimiento de Don Jesús Isaac Valdez Díaz: Una Historia para Guardar



Un abrazo muy fuerte y cariñoso para todos ustedes y como bien saben, mañana lunes se cumplen 100 años del nacimiento de mi papá que fue en el pueblo de Huancarqui, posiblemente a las 6 de la mañana y a lo mejor con la ayuda de una partera muy famosa que había en el Valle de Majes llamada doña Nicolasa Téllez y nacida en Cotahuasi pero afincada en el pago de Bilbao.
No es la intención de tocar ni mucho menos escribir una biografía de personaje tan querido y complejo pero en homenaje a él, contarles una historia corta y amena de algo que ocurrió cuando yo tenía 8 meses de nacido, mi mamá estaba embarazada, y que, al nacimiento, sería mi hermana Rosa Victoria.
Como parte de este homenaje les haré llegar unas fotografías del cumpleaños N° 98 de mi tía Graciela que fue el 25 de agosto y que tuve la suerte de acompañarla
Frente a la inminente operación de Gibito de una dolencia digestiva en el mes de noviembre, estoy completamente seguro que todos estamos y estaremos constantemente con nuestros pensamientos con él y su familia y de parte mía lo estaré acompañando allá en Buenos Aires cuando esto ocurra.

La historia que les quiero contar, ocurre a mediados de febrero del año de 1945, que era un día domingo, y la noche anterior mi papá había venido a Los Puros desde la Barranca en su caballo, a la casa de mis abuelitos donde estábamos mi mamá y yo recibiendo los engreímientos y caricias del caso por estar en el seno de una familia tan numerosa y llena de afecto y generosidad, además de ser el primer nieto (y único hasta ahora) que nació en tan hermosa y solariega casa.
Después de almorzar, mis tías y con la ayuda de mi mamá, pidieron permiso a mi abuelito Raúl para irse a bañar a lo que él no accedió por estar el "río en todo entrar"; pero a tanta insistencia les dijo que sólo podrían ir con mi papá con quién y ambos, se profesaban un inmenso respeto y afectuosa deferencia. Y así fue, y luego de llevar la mejor fruta disponible, entre ella una canasta da mangos maduros, atravesaron los potreros de chito, matara, tembladera y chilcas, para llegar a las plantaciones de caña de azúcar y algodón de "El Buquerón" y San Antonio y recoger las ricas uvas moscatel, italia y abridores blancos y de color. Era un paseo muy bonito y ciertamente placentero.

Tanto mi tía Sarita, 5 ó 6 meses atrás, como mi tía Fidela hoy en la mañana, coinciden que efectivamente el río estaba muy grande, y que al estar en la orilla lavando la fruta y ya con sus ropas de baño que no eran sino unas batas que les llegaba hasta los tobillos, fueron arrastradas por el río mis tías Sara y Fidela de 16 y 15 años e inmediatamente mi papá se lanzó y consiguió sacar a mi tía Fidela pero mi tía Sarita fue llevada por el torrente hacia el tumbo principal aunque mi papá logró alcanzarla pero luego fueron ambos perdidos de vista pensando todos que ellos se habían ahogado. Mi mamá desesperada observaba todo y al ser avisado mi abuelito, él dispuso que se buscaran los mejores nadadores del momento y el encargado fue posiblemente mi tío Edilberto y así llegaron a Los Puros, don Luis Pássara, don Juan Manuel Sánchez, mi tío Buenaventura Rendón Núñez, y los jóvenes Ezequiel, Angel y Juan Rodríguez y Paulino Carpio con Esteban Arias... y fueron a buscar a los ahogados.
Horas después, estando casi una multitud en la orilla del río, en el fundo Las Palmas, fueron divisados mi papá y mi tía Sarita, desnudos pero saltando e igual los abrazos y lágrimas y las gracias a Dios no faltaron entre la multitud que acompañaba a la familia y a mi mamá que con razonable pesimismo se declaró o estaba a punto de declararse viuda. Mi tía Sarita, por estos excelentes nadadores y mejores personas, fue pasada en balsa improvisada de troncos y les pudieron pasar ropa, pero mi papá regresó y atravesó el río nadando junto con los demás.

Pasado el susto y despúes de unas buenas copas del mejor pisco en la casa, mis tías no quisieron perderse la función de circo del incomparable "Frejolito" y otra vez mi papá, mi mamá y todas las tías y los aspirantes de enamorados de ellas, se presentaron en El Monte, en el trapiche de tío Buenaventura Rendón y no se pudo negar que hubo un sentimiento de miedo por que "ahí estaban las ahogadas con el ahogado", apodo que duró algunos meses más. Quien no se esperaba ver a la familia en el circo fue el joven Federico Herrera Vigil con la que ahora podría llamarse su enamorada, una linda jovencita que vivía hace poco en Sacay y que había venido hacía poco de Huancarqui y se llamaba Olinda Corrales Pacheco.

Este año también se han cumplido 40 años de la muerte de mi tio Agenorcito y seguramente que todos hemos recordado a un hombre tan bueno y sencillo; su cuartito aún está de pie, triste, pero está. Lo verán en una de las fotos.

Un abrazo,



Jesús Baldomero Valdez Herrera.










Recuerdos


Queridos todos:
 
No es sencillo evocar a una persona que como mi papá o vuestro abuelo, fue una persona compleja y que en su trayectoria de vida hizo muchas cosas que merecen destacarse. Pero Jorge ha evocado de manera muy precisa y justa algunos de los rasgos centrales de su personalidad y modo de ser, Rosa lo ha ubicado en nuestro Panteón particular y Jesús ha descrito algunas de las cosas que hizo. Esta fue instantántanea, de esas que requieren la casi coincidencia entre pensamiento y acto, porque vacilar un instante implica la tragedia. Era el río Majes y de crecida y dos adolescentes arrastradas por la corriente. Fue un acto en que demostró su coraje, arrojo, fuerza física, destreza y confianza en si mismo. Mi papá arriesgó y ganó. Su suegro le había encargado cuidar de sus hijas y él estaba dispuesto a no volver si no era con ellas. Más sentido de la responsabilidad no se podía pedir.
 
Yo quiero destacar otro hecho que ustedes ya han leído en la semblaza de homenaje a mi tío Agenor, otro de nuestros santos familiares. El viaje de Majes a Monobamba. Fue un viaje tremendo, casi increíble e inaudito, sobretodo pensando en sus recursos y en los que la época podía proveer a un viajero. El relato de Jesús muestra a mi papá pensando y haciendo en un solo instante. Este viaje yo creo que lo muestra en otra faceta. Pensando y planificando, madurando una decisión. También olvidando su orgullo para pedir trabajo a una dictadura. Pero necesitaba trabajar para su familia y para él. También quería reconquistar su automía. Le ofrecieron Monobamba y aceptó. Fue un exilio interno. Quienes han visto "Cristo se detuvo en Eboli" de Francesco Rosi  podrán entenderlo mejor. Como lo he dicho fue un viaje tremendo. Cruzamos gran parte de la costa peruana y casi toda la Cordillera Central. Viajamos en camión, ómnibus, tren, camión otra vez en una ruta que era casi una senda y luego a mula o como yo, que fui llevado por mi papá en sus espaldas, mientras él caminaba la huella andina a pie. No había dinero para pagar otra bestia, pero sí la fuerza de un hombre en la plenitud de su vida. Partimos de los 600 ms. majeños a los seguro más de 4500 de la Cordillera hasta los 2 mil y tantos de Monobamba. Costa, Sierra y Selva. Majes, valle interandino de clima templado, costa  desértica y mar llenos de nieblas y humedad como lo conocemos hoy, Lima metrópoli asombrosa, tren fascinante, cordillera fría e inclemente, selva cálida y pletórica. Ese viaje también muestra a nuestro padre valiente, decidido, lleno de coraje y confianza en sí, amante del trabajo, pionero y poseedor de un gran espíritu de aventura y sentido de descubrimiento. De paso, los destinos familiares muestran que ese viaje que él emprendió cambió para siempre la dinámica de nuestra familia.
 
Lo notable de todo esto, es que aún en estos lugares, como luego fueron Tambo y Limatambo, mi papá no dejó de leer poesía y coleccionarla, buscar diarios, revistas, juguetes, libros y traerlos a casa y leerlos con nosotros como hacía con El Comercio, Billiken o El Gráfico en Limatambo, como más adelante comprando Life o novelas de Dumas o Sienkiewics entre otras. Todo eso en una época en que al pueblo podía llegar un solo diario o había que destinar dinero que no abundaba a cosas de lectura. Eso también lo hemos heredado.
 
Por todo esto lo recordamos y nos alegramos por él este 5 de octubre de 2009.
 
Besos y abrazos para todos,
 
Gilberto